domingo, 2 de agosto de 2015

ANTE LA CRISIS, EL SINDICATO DEL IMSS DEBERÁ PONERSE LAS PILAS.

Autor: Maestro en Derecho Héctor Alfredo Ramírez Cárdenas[1]



 Para nadie es un secreto la severa crisis financiera por la que atraviesa el IMSS, al que ya no hay dinero que le alcance, pues mientras  tiene  ingresos  por  aproximadamente  337, 227 millones de pesos, sus erogaciones alcanzan los mil millones de pesos,  de  los  cuales  casi  el  68% se destina a las pensiones otorgadas a sus derechohabientes,   y a las jubilaciones de su personal.  Su pasivo laboral es de 1.9 billones de pesos, lo que equivale al 16 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y de  este  total,  el 71 por ciento proviene de los compromisos laborales que corresponden al IMSS como patrón, es decir los beneficios  que  recibe  cada  pensionado  y/o trabajador con derecho a pensión derivado de su contrato colectivo de trabajo.

Recordemos que los  pasivos laborales, son  pasivos contingentes, es decir, que dependen de diversas circunstancias, y que con diversas metodologías actuariales se calculan estimando las obligaciones de una empresa o institución con su trabajadores activos y jubilados considerando cuánto tiempo deberá pagar sus sueldos y pensiones, suponiendo un esquema de retiro y de esperanza de vida. 




Dicho de otro modo, y en caso especifico del IMSS, los pasivos laborales son las prestaciones a las que el instituto como patrón esta obligado conforme al contrato colectivo de trabajo celebrado con su sindicato, y no son sino el resultado de los excesos en las prestaciones contractuales,  la parte “obesa” de las “bondades”  otorgadas sin ton ni son sexenalmente  al sindicato, por los gobiernos priistas a partir de Manuel Avila Camacho, y es que, a quien no le gustaría tener un aguinaldo de noventa días, dos periodos vacacionales anuales de diez días cada uno, dieciséis días con goce de sueldo al año, apoyos para renta, despensa y un sinnúmero de prebendas y estímulos, entre los que destacan  los  de Asistencia y Puntualidad, que solo a guisa de ejemplo, anualmente le cuestan  al Imss  13 mil 665 millones de pesos, equivalentes a tres veces el presupuesto con el que trabaja  la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

Claro esta, que de todo  esto, de todas estas fabulosas prestaciones, no tienen la culpa los trabajadores, bien por ellos, son logros sindicales, pero tanto su sindicato como ellos, sensatamente deben entender que este tipo de prestaciones, hoy por hoy,  ya son imposibles de seguirse sosteniendo, y menos de incrementarse, no solo porque resultan insultantes al resto de los mexicanos sino porque deben pensar en los derechohabientes a quienes el Instituto se debe, pues sus prestaciones laborales hacen incosteable cualquier servicio prestado por personal institucional, -(de ahí que se este pensando en subrogarlos)- baste decir, solo por hablar de un servicio especifico, del servicio de guarderías, que el cuidado de un infante en una guardería subrogada le cuesta al Imss alrededor de $2,200.00 al mes, mientras que en una guardería propia, es decir con personal sindicalizado, le cuesta mas del doble, sucediendo lo mismo con los centros vacacionales, funerarias,  y su sistema de tiendas  que tan solo en el 2013 tuvo un déficit operacional de  351 millones de pesos .

El instituto cuenta con 443 mil 280 plazas, que se dividen en 366 mil 476 plazas sindicalizadas (incluyen personal de base, sustitutos y médicos residentes), 41 mil 536 plazas de confianza y 35 mil 268 plazas no presupuestarias (honorarios, personal para diversas campañas, supervisores, notificadores, entre otros), pero los riesgos financieros para el IMSS aumentan conforme aumenta la edad de sus trabajadores. En la proximal década habrá cerca de 136,000 nuevos pensionados en el IMSS. Esto absorberá cada vez más recursos e injustamente dejará al Instituto sin presupuesto para atender a sus derechohabientes.

La pensión promedio en el IMSS es de 13,690 pesos mensuales y el esquema permite que los jubilados reciban 32% más de ingresos que el promedio de los trabajadores activos. Además, el salario pensionable se integra por 13 conceptos adicionales, como apoyos económicos para renta, despensa y sobresueldos a médicos. Se estima que para el 2030 habrá más de 400 mil pensionados y jubilados por lo que la dependencia requerirá alrededor de 103 mil millones de pesos anuales solo para solventar el gasto por el retiro de sus trabajadores.

Las proyecciones del instituto señalan que entre 2030 y 2055 se alcanzará el punto más alto de trabajadores retirados, lo que constituirá mayores gastos para la dependencia, ya que se requerirán poco más de 103 mil millones de pesos para solventar los pagos por los empleados que fueron contratados antes de 2005 con las prestaciones del régimen anterior[2], en el que el IMSS era el único responsable de pagar las pensiones de sus trabajadores.

Se estima que en el año 2055 se alcanzará el nivel máximo del pasivo con un importe de pensiones y jubilaciones de 9,587 millones de pesos de 2013.

De esta manera, el pasivo laboral del instituto asciende a 1.9 billones de pesos, al contar las pensiones que ya se pagan, más las que se tendrán que cubrir hasta 2090.


Las proyecciones indican que después de 2040 el número de pensionados comenzará a descender, aunque de manera muy lenta, pues todavía para 2060 el IMSS deberá pagar casi 100 mil pensiones. Sin embargo, los cálculos señalan que esto concluirá hasta 2095, cuando todos los empleados o los familiares que reciben la pensión hayan fallecido.[3]

El economista Pedro Vásquez Colmenares[4], ya desde el 2012 alertaba: “El problema de las pensiones es como una gran chequera social, (los desembolsos) ya tienen nombre, monto y fecha, pero no nos hemos preocupado por revisar el saldo.  En esta misma década se puede vulnerar a los trabajadores en sus sistemas de pensiones. La sociedad tiene que solucionar el problema aceptando el reto. Durante muchos años lo que han hecho es poner en riesgo a los trabajadores y eso es una realidad: la insolvencia ya está aquí y todo el sistema presupuestal está destinando cada vez más recursos a las pensiones en ayuntamientos, dependencias federales y otros.”

En el caso del Imss a partir del año pasado para el cumplimiento de sus obligaciones laborales, en particular las derivadas del régimen de jubilaciones y pensiones, se dice que se empezó a utilizar la reserva actuarial del seguro de enfermedades y maternidad, la cual de acuerdo con las predicciones actuariales se agotará en 2016.

El problema es muy grave, nos guste o no, el Instituto Mexicano del Seguro Social, institución baluarte de la clase trabajadora, y que atiende a 58 millones de mexicanos, esta en quiebra técnica, y no es con reformas timoratas o a medias como se va a resolver. El problema de pensiones trasciende la seguridad social y alcanza al de las finanzas públicas y al de la política, la crisis de las pensiones ya está aquí, y exige soluciones drásticas. La realidad es que como ya lo anotaba, no hay fondos de pensiones, en su momento no se ahorró; El gobierno los actores políticos y las organizaciones de trabajadores , en este caso el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), si no quiere que le  pase lo que al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), si no quiere que el Imss desaparezca o se transforme radicalmente, “si no quiere acabar con la gallina de los huevos de oro”,  se tiene que poner las pilas y con una estrategia de altura,  comenzar  a revisar su contrato colectivo, donde en lo posible se respeten los derechos adquiridos de jubilados y de los trabajadores actuales, pero se modifiquen las condiciones de jubilación y prestaciones de los nuevos y futuros trabajadores.

De antemano sé que lo vertido en este artículo no será del agrado de muchos, pues pueden decir o pensar que se pretende atentar contra el sindicalismo, contra la clase trabajadora del Imss, pero Pitágoras no miente, los números ahí están, y nos muestran un panorama no muy halagador, ante lo cual, pensando primordialmente en los trabajadores asegurados y sus beneficiarios, todos los mexicanos, cada quien en su trinchera, tendremos que buscar con objetividad y  creatividad salvar al Imss,  empezando por sus propios trabajadores.

                                                                                    M.D. HECTOR ALFREDO RAMÍREZ CARDENAS




[1].- Abogado con maestría en Derecho Privado por la Universidad Iberoamericana Puebla, Catedrático  titular  de  las  materias  de Derecho del trabajo y de Derecho de la  Seguridad  Social, en la  Universidad  de las  Américas , Universidad Anáhuac, y Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla;  Catedrático  en  la  maestría  de  Derecho  Fiscal  en  la  propia Universidad Popular  Autónoma  del  Estado de  Puebla, Asesor, capacitador, y conferencista de Coparmex, Canacintra y otros organismos empresariales. http://mx.linkedin.com/in/ramirezcardenasalfredo/

[2] Convenio suscrito el     14 de octubre de 2005 entre el IMSS y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social. Mediante esta disposición se modificaron para los trabajadores contratados a partir del 16 de octubre de 2005 los requisitos de edad y antigüedad para la jubilación por años de servicio al pasar de 27  (mujeres)/28  (hombres)  años  de  antigüedad y sin requisito de edad en este Régimen a 34 (mujeres)/35 (hombres) y 60 años de edad. Asimismo, para este Convenio se establece un nuevo esquema de financiamiento

[3] Fuente.- Valuación Actuarial del Régimen de Jubilaciones y Pensiones y Prima de Antigüedad e Indemnizaciones de los Trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social bajo la Norma de Información Financiera D-3 “Beneficios a los Empleados” al 31 de diciembre de 2013 y Proyecciones para 2014.

3Pensiones en México, la próxima crisis”,  Vázquez Colmenares Pedro, Siglo XXI editores, México, 2012

No hay comentarios.:

Publicar un comentario